HLA Lucentum-97;Ametx Zornotza-83

Parciales: 23-23, 22-20 (45-43); 24-15 (69-58), 28-25 (97-83)

El Zornotza visitaba una de las plazas fuertes de la categoría, el Pabellón Pedro Ferrándiz de Alicante, y no lo hacía en las mejores condiciones, ya que a las ausencias de Juan Torres y Vasilije Vucetic había que unir la de David Iriarte, con lo que el juego interior verde quedaba tremendamente mermado. Pero si algo está demostrando este equipo es la capacidad de sacrificio y el poder de multiplicarse que exhiben los disponibles por parte del Coach Garita, que hoy eran siete, Los Siete Magníficos, como iban a demostrar sobre el parquet alicantino ante uno de los favoritos, el HLA Lucentum.

Así las cosas, la derrota final cabe considerarla lógica, pero hay distintas formas de perder y la del Zornotza en el día de hoy ha sido la más honrosa, porque el equipo no ha bajado los brazos, ha hecho todo lo que estaba en su mano y ha peleado durante muchos minutos por el partido. Se ha perdido, sí, pero podemos volver con la cabeza muy alta.

Mientras ha habido fuelle los verdes han jugado de tú a tú a los de Miguel Ángel Zapata, luego con el paso de los minutos, el cansancio acumulado y las faltas personales han ido resquebrajando nuestra resistencia y hemos tenido que ceder, pero ha sido un hermoso ejercicio de orgullo hasta ese momento.

Si en la zona íbamos a tener problemas contra el poderío alicantino, con un capitán general como el veterano Guille Rejón al mando, nuestro desempeño exterior sería importante en los primeros minutos. Pum, pum, pum y pum, cuatro cañonazos triples de Mads Rasmussen (dos consecutivos), Greg Gantt y Dani de la Rúa, demostraban que íbamos en serio (13-12 a los 5 minutos). Llegan minutos de igualdad hasta que los locales alcanzan una pequeña renta, 23-19, pero la respuesta de un Iker Salazar que empieza su recital matutino nos permite el empate a 23 al término del cuarto.

En el segundo acto el Zornotza sale descarado, dispuesto a dar la sorpresa con su miniplantilla de circunstancias. Un triple de Joseba Estalayo nos pone 23-28. A soñar. Pero nos despiertan los alicantinos comandados por Álvaro Lobo (20 ptos., 6 reb., 5 asist, 28 de valoración). Nos cuesta anotar y además empezamos a tener problemas de faltas, a perro flaco… La diferencia a favor de los locales se va ampliando hasta los ocho puntos a falta de dos minutos y medio, 43-35, pero Gantt da dos zarpazos, uno triple y otro doble, que nos vuelven a meter en el partido, llegando al descanso más que vivos, 45-43. Seguimos pensando en lograr la hazaña.

Sin embargo, todo se complica demasiado pronto a vuelta de vestuarios. Los de Zapata se sitúan en zona 1-2-2, generando dudas en nuestro ataque, que vive minutos de sequía. El coach local hará jugar juntos a Rejón y Jon Ander Aramburu, dos torres para hacer daño donde más nos duele: la escasez de centímetros. Se nos dificulta la labor reboteadora y para más inri algunas capturas se nos escapan de las manos. Seguimos sumando faltas que nos suponen un freno. Ellos pegan un fuerte tirón, hasta los doce puntos, 61-49. Vuelve Gantt a recortar de tres en tres (triple clavado y falta recibida más allá del arco que acaba con los tres tiros libres transformados). El 63-58, tras un nuevo triple, en este caso un Salazar que está completando un partidazo, en el minuto 28 del encuentro será la última vez que nos mantengamos a la estela del Lucentum, porque al acabar este tercer período nos vemos otra vez once abajo, 69-58.

Comienza el último cuarto con un Lucentum lanzado y que en un visto y no visto completa un parcial de 10-0, pasando de aquel esperanzador 63-58 a un 73-58. Rejón es el protagonista principal de la escapada alicantina (acabará aportando 24 puntos). Con el paso de los minutos no queda otra sino rendirse a la evidencia; tratar de remontar este resultado es misión imposible. A cinco minutos del final el 88-70 señala el punto de no retorno. Pero los verdes seguirán peleando y contribuyendo a que la recta final del partido resulte vistosa y con alta anotación. Suena la bocina final con 97-83, se ha perdido, pero se ha dado la cara en todo momento y, habida cuenta de las circunstancias, podemos sentirnos orgullosos de la labor realizada por nuestros muchachos, esos Siete Magníficos.

Sin lugar a dudas, el nombre propio del partido ha sido el de un zornotzarra, Iker Salazar, impresionante en todas las facetas del juego, que, como diría el añorado Andrés Montes, lo mismo te cose un huevo frito que te fríe un alfiler. Iker está alcanzando un punto de forma extraordinario, va a más partido a partido, y hoy sus números hacen justicia a su tremendo trabajo: 17 puntos, 11 rebotes, 7 asistencias, 6 faltas recibidas y 32 de valoración. Casi nada. Aunque el máximo anotador del partido, junto a Guillermo Rejón, ha sido el artillero Greg Gantt con 24 puntos. Mads Rasmussen también ha destacado con sus 16 puntos, y tanto Dani de la Rúa, como Juanchi Orellano, Joseba Estalayo y Nouhoum Bocoum han tenido que multiplicarse para entre los siete plantar cara a uno de los «cocos» de la competición.

Se nos ha cortado la racha de tres victorias consecutivas. No pasa nada, seguimos muy cerca de la cabeza (cuatro equipos en 6-2) con nuestro balance de 5-3. Si los contratiempos nos dan un respiro (parece que alguien nos está haciendo vudú), si recuperamos nuestra cancha y a nuestros lesionados, tenemos todos los motivos del mundo para mantener intacta la ilusión y ser optimistas en esta igualada y emocionante liga. Técnicos y jugadores se merecen toda nuestra confianza y el más fuerte de nuestros aplausos.

1, 2, 3,… ZOR-NO-TZA!!!

FICHA TÉCNICA:

HLA LUCENTUM, 97: Lobo Á. (20), Rejón G. (24), Ferguson D. (11), Marzo C. (11), Méndez A. (6) -cinco inicial- Balogun M. (2), Martín Á. (0), Solsona F. (8), Arcos G. (0), Aramburu J. (15), Nikolic L. (0),  Ortín M.(0)

ZORNOTZA ST, 83: De la Rua D. (10), Salazar I. (17), Rasmussen M. (16), Gantt G. (24), Bocoum N. (11) -cinco inicial- Estalayo J. (3), Orellano J. (2).

Estadísticas

Árbitros: Alfonso Olivares Iglesias y Alberto García Parejo

Asistencia: 700 espectadores