REMONTADA EN ROSA

Zornotza ST-92; CB Villarrobledo-89 Parciales: 20-22, 11-26 (31-48); 22-18 (53-66), 26-13 (79-79); 13-10 (92-89) El título de esta crónica parece el de un episodio de La Pantera Rosa, y esto tiene su explicación: 8 de marzo, Día de la Mujer. Se homenajea a la primera plantilla femenina de la historia del Zornotza, aquella de la […]

Zornotza ST-92; CB Villarrobledo-89
Parciales: 20-22, 11-26 (31-48); 22-18 (53-66), 26-13 (79-79); 13-10 (92-89)

El título de esta crónica parece el de un episodio de La Pantera Rosa, y esto tiene su explicación: 8 de marzo, Día de la Mujer. Se homenajea a la primera plantilla femenina de la historia del Zornotza, aquella de la temporada 1996-1997, y el equipo masculino de LEB Plata viste para la ocasión un uniforme rosa en lugar del verde. Y luego…
Luego lo veríamos todo de distintos colores; el rojo de un gran Villarrobledo, el negro de lo mal que se nos ponían las cosas y finalmente lo veríamos todo rosa tras una remontada épica (la segunda en cinco días) que nos conducía a una victoria que vale su peso en Plata. Y nos quedamos, luego de un sube y baja de emociones, al ritmo desbocado de los corazones, con el verde esperanza.

El pasado miércoles remontábamos en un último cuarto increíble el partido en La Roda y lo de este domingo no se ha quedado atrás, quizás incluso haya sido mucho más meritorio. El Villarrobledo nos iba a superar a lo largo de la primera mitad con su claridad de ideas y algún jugador sobresaliente (Quarry Greenaway) dentro de un esfuerzo colectivo excelente. Aunque en el primer cuarto nos manteníamos parejos en el marcador gracias al buen hacer de Scott Plaisance (20-22), pero en el segundo parcial los ‘troyanos’ nos empiezan a pasar por encima con excesiva facilidad. Cierto es que ellos lo están haciendo fenomenal, pero nosotros damos facilidades al no estar nada finos en ninguna de las dos mitades de cancha. Más que la Pantera Rosa parecemos Don Celes, acumulando reveses. Al descanso, 31-48. Muy preocupante.

Pero peor todavía se ponen las cosas al poco de reanudarse el partido. En tres minutos vemos que los manchegos se van en el marcador, más y más, hasta los veintiún puntos de diferencia (34-55) y sólo nos queda hundirnos en la tristeza, en lamernos las heridas, o reaccionar inmediatamente. Los ‘panteras rosas’ optan por lo segundo. Todos dan un paso al frente, sin caer en la melancolía ni arrugarse ante el baño recibido. Jimond Ivey ejerce de capitán general, del Aquiles que trate de vencer a los troyanos, y el resto de jugadores no lo dejarán solo. También hay que mencionar a la afición, que incluso cuando peor pintaban las cosas han estado animando sin cesar, sosteniendo a sus chicos e impulsándolos hacia el logro de una misión (casi) imposible. Se van recortando la desventaja, poco a poco, pero lo suficiente como para darnos cuenta que la dinámica ha cambiado radicalmente. Finaliza el tercer cuarto con un todavía inquietante 53-66.

En el cuarto asalto los rosas no cesan de morder en defensa y en ataque. El Zornotza de la primera mitad y éste no se parecen en nada. Apretando en nuestra zona y acometiendo con verticalidad en la manchega, cargando el rebote ofensivo (grandísimos y providenciales los palmeos de Fausto Pichardo, Kenny Ejim o Mikel Sainz de la Maza). En todas las acciones aparece un enjambre de jugadores rosas, y el público que está generando un ambiente que es el de las grandes ocasiones. La remontada está en marcha. Y se llega a los últimos instantes con igualdad máxima. Logramos mínimas ventajas -quién lo iba a decir no muchos minutos antes-, creemos que la victoria está al caer, pero los villarrobletanos no se rinden y empatan a 79 a diez segundos del final. No acertamos en nuestra última posesión y nos vamos a la prórroga.

(Curiosidad: La primera mitad ha sido para los visitantes por 31-48. La segunda, para nosotros por 48-31.)
Los cinco minutos extras serán de una emoción superlativa. Ambos equipos buscan la victoria, la necesitan para sobrevivir en Plata. Los rosas toman la iniciativa –hasta abrir minibrechas de cinco puntos-, pero los troyanos se aferran al partido, llegando a empatar a 89 a diez segundos del final. Balón en juego, el crono que desgrana los segundos, Joseba Estalayo recibe abierto, en ángulo de 45 grados con respecto a la canasta, lanza y… ¡triplazo del capi! 92-89. Quedan cuatro segundos, corre Morgan Stilma en busca del empate, pero su forzado lanzamiento no entra y un épico Zornotza se alza con la victoria ante la desbordante alegría de todo Larrea; panteras rosas y marea verde sonriendo y vibrando como hace mucho que no sucedía. La vie en rose!

Y es que hay motivos sobrados para esa explosión de alegría. Aunque permanecemos con un balance negativo (6 victorias-7 derrotas), las sensaciones son positivas tras haber estado a punto de perder ante estos dos rivales albaceteños y haber podido estar con un terrorífico 4-9. Ahora, vista la reacción de este equipo en estos partidos, crecen nuestras esperanzas de lograr la permanencia.

Claro, que el camino va a seguir siendo durísimo, quedando diez finalísimas por disputarse. La primera de ellas será el próximo jueves en Lleida, ante el Ilerdauto Nissan Pardinyes, equipo que lidera esta A2. Una prueba de fuego. ¿Será otra prueba para los corazones de los aficionados zornotzarras? Que no falte la emoción, ni los sobresaltos, si el final es feliz.

1, 2, 3,… ZOR-NO-TZA!!!